martes, 24 de diciembre de 2019

Maria Fasce cuenta cómo se inició en el mundo de la edición, y terminó siendo editora de Lumen

Entré en el mundo de la edición por puro azar, como suceden las mejores cosas. Había estudiado Letras, era escritora secreta, periodista y traductora y a los 21 años fui a entrevistar a Abelardo Castillo a su casa de Constitución, en mi Buenos Aires natal. La entrevista se alargó hasta convertirse en libro y un día me dijo: «En Emecé buscan un editor». «Yo no soy editora». «Lees muy bien, sabes cinco idiomas, ¿qué más se necesita para ser editor?» Para mi gran asombro, me tomaron, y empecé a trabajar en la editorial mítica de Borges, Bioy Casares… Michael Crichton, Robin Cook, Sidney Sheldon. No podía haber mejor escuela para empezar. Editaba libros de no ficción, bestsellers (qué fascinante y difícil era dar con ellos) y ficción extranjera: aún recuerdo los faxes que intercambiaba con Sigrid Kraus: Sigrid y su marido Pedro del Carril (hermano de mi jefe en Buenos Aires) llevaban Emecé en Barcelona. Por algún motivo que ahora no recuerdo bien –era muy joven y prepotente por entonces- dejé Emecé para sólo escribir y traducir, hasta que mis informes de lectura para el Premio Planeta llamaron la atención de Willie Schavelzon –que sería primero mi jefe y luego mi agente- y me pidió ser editora de Planeta. Empecé editando libros de cocina y deportes y antologías de poesía para vender en kioscos, y terminé editando a Juan José Saer en Seix Barral. Aprendí que todos los libros deben editarse con el mismo amor y cuidado. De Planeta pasé a Alfaguara (para la que ya había traducido a Modiano y a otros autores), huyendo de una crisis amorosa aterricé en Madrid para editar la colección de clásicos que salía con El País, me casé y me fui a vivir a Barcelona, donde trabajé como editora en Edhasa. Luego me llamaron del Grupo Norma y volví a Buenos Aires para ser directora editorial en el cono sur, hasta que Amaya Elezcano me pidió dirigir Alfaguara Internacional reemplazando a Valerie Miles, y regresé a Madrid. Era el 2008. Dirigí Alfaguara Internacional y Taurus, luego pasé a llevar la Dirección Literaria de Alfaguara, y al retirarse Silvia Querini en 2018 Pilar Reyes me propuso dirigir Lumen, y Alfaguara Negra, la colección que yo había creado en el 2003 a partir de la publicación de Venganza de Benjamín Black/John Banville, y seguir llevando la edición de algunos autores de Alfaguara.
Entrevista a María Fasce, editorial Lumen
En ese largo camino tuve la suerte de descubrir a muchos autores, tan distintos y especiales como Lucia Berlin, Joël Dicker, Pierre Lemaitre, Carmen Mola, Karina Sainz Borgo o, hace apenas unos días, Sara Jaramillo Klinkert.

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