miércoles, 12 de agosto de 2020

Breve introducción a lo “gótico andino”, mezcla de asuntos (texto en permanente edición y reedición)


1. Qué es lo gótico, o el género gótico.

Hacia 1740, comenzó a desarrollarse un marcado cambio en la sensibilidad, la cual había comenzado a encontrar la expresión literaria en composiciones como "Ode to Fear" de Collins y en The Castle of Otranto, escrito por Walpole. Progresivamente, el adjetivo gótico se irá asociando con lo que esas historias ofrecían de macabro y sensacionalista: la referencia temporal subraya épocas pasadas, y la arquitectónica, los aspectos más oscuros de las construcciones medievales (criptas, pasadizos secretos, ruinas, castillos amenazadores).  Esto lo recoge Sánchez-Verdejo. 

Además, el término se fue aplicando a los motivos fantásticos propios de esas épocas de pensamientos mágicos; de paso se acogen temas como el incesto, el asesinato, la violación o la tortura. Dando paso a que también fuera tildado de simplista y carente de arte alguno. Sobre esto no me adentraré, solo cabe señalar que algunos de sus exponentes brillan hasta el día de hoy. 


También se “acusa” al género de crear ambigüedad y confusión, desde el descubrimiento de un manuscrito mohoso que permanecía oculto, hasta la frecuente narración en primera persona y a veces en forma epistolar, que se intercala con el narrador omnisciente, sin olvidar tampoco esa compleja escenografía de elementos espeluznantes. 





Por eso para mí, es un género de escenarios y efectos, NO DE PERSONAJES. Casi que se puede pensar en términos de héroe/caballero, heroína/damisela, villano/monstruos. 


Parafraseo a Lovecraft en su texto sobre Poe: 

“Como se sabe, los autores de lo fantástico y gótico se sienten más cómodos en el incidente y en los efectos narrativos que en el dibujo de los personajes”. 



“La violencia se lleva a cabo no solo a través del lenguaje, sino en él. El acto de la crueldad consiste en la articulación de ciertas frases, no en la sucesión de actos efectivos” – Todorov. 

Ya para el siglo XIX hay otras inquietudes, el monstruo tiene más cosas que decir y las barreras de lo bueno y lo malo parecen difuminarse. 

Carmilla de Sheridan Le Fanu, Frankenstein de Mary Shelley, "El corazón delator" de Edgar Allan Poe, y, más adelante, "Janet, la del cuello torcido" de R. L. Stevenson, “Otra vuelta de tuerca” de Henry James, aparecen. H. P. Lovecraft también se va por esos rumbos. 

Pero un día dejamos los castillos, y pasamos al encierro en las naves espaciales, mientras en otros lados lo urbano se volvía lo extraño. Aparecen Stephen King, Ramsey Campbell y Clive Barker con sus pueblitos. Nos acercamos al “gótico sureño”. 

Para muchos en este trayecto no todos usarán elementos sobrenaturales (Flannery O'Connor , Harry Crews , William Faulkner), pero conservarán la atmosfera y apostarán por el desarrollo de los personajes. Lo vemos también en series, en este caso de corte sobrenatural, como American Horror Story: Coven y True detective… 

2. ¿Y latinoamérica? 


Andino, andina 

adjetivo 
Relativo a los Andes, cordillera de América del Sur. 

La literatura latinoamericana refuerza esos elementos fantásticos ya presente en sus tradiciones. Comenzamos a ver vampiros en Venezuela, pueblos argentinos malditos y mujeres que se lastiman. Inclusive autores como Stephen King se revitalizan. Los monstruos también se vuelven ambiguos y hay mayor presencia femenina. 

La escritora Mónica Ojeda comentó que hace muchos años escuchó hablar del gótico andino, quedó intrigada y emprendió investigaciones. "A partir de eso, empecé a elaborar mis propias teorías sobre lo que sería la literatura gótica en los Andes, en las narraciones orales, los mitos que hay en torno a miedos comunales, como el miedo al incesto", indicó. 

A través de este término, dice Ojeda apuntando a Alvaro Alemán, explora el terror en temáticas como la violencia de género, el aborto, la sexualidad y la religión. Se abandonan los castillos y el cuerpo se convierte en el nuevo conflicto, y el contexto es un asunto de cordilleras. 

“La voladora entró llorando con su único ojo y trajo los zumbidos a la familia. Trajo la montaña donde jadean las que aprendieron a elevarse de una forma horrible, con los brazos abiertos y las axilas chorreando miel….” – Mónica Ojeda, Las voladoras.

Y lo dejaré aquí, para que se hagan una idea, es un concepto nuevo que recién se está comenzando a desarrollar. Por lo que definirlo es un poco tonto por ahora... o vayan a escribrile a Alvaro y Gabriela Alemán. 

Desde Alvaro Alemán podemos meter dentro de este término a varios autores:

Mónica Ojeda.

César Dávila Andrade (¿al menos en poesía?)

Laura Pérez de Oleas Zambran





-----

Fuente periodísticas:



https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/cultura/10/finalistas-riberadel-duero


---
Textos de referencia:

Lo Gótico: semiótica, género, (est) ética- Dr. Francisco Sánchez-Verdejo 

El horror sobrenatural en la literatura – H.P Lovecraft. 

Introducción a la literatura fantástica – T. Todorov. 

"Sangre en las manos y el gótico andino: una aproximación a la literatura ecuatoriana desde los géneros literarios populares." -Álvaro Alemán 

Una muestra del gótico andino. Sangre en las manos de Laura Pérez de Oleas Zambrano. Álvaro Alemán. Revista casa de la cultura ecuatoriana 27 (2017).


No hay comentarios:

Publicar un comentario