jueves, 31 de octubre de 2019

Mathias Enard habla de la impresión que le dio Irán

¿Cómo era Irán en aquella época?
En el 93 había muerto el ayatolá Jomeini y estaba en el poder Alí Jamenei. En la época se hablaba de los reformadores, en realidad se veía a Jamenei como alguien más abierto que iba a proporcionar un giro, a cambiar el régimen, a abrirlo. Hace veinticinco años y no ha cambiado nada. Pero había pequeños signos de apertura en Irán y nosotros pudimos quedarnos tres meses… bueno, quedarnos con muchas aventuras, tuve que ir a juicio por quedarme. Esto me pasó tres veces. Te multaban por quedarte ilegalmente en el país y te expulsaban y te daban un tiempo para irte; entonces, resolvieron mi caso el 15 de diciembre o algo así y tenía una semana para dejar Irán. Siempre que fui a Irán me quedaba ilegalmente.

¿No tenías miedo?

No, miedo no. Seguramente porque era un inconsciente, pero sí que veía que la realidad era muy dura, porque en estas oficinas de extranjería de Irán veías a todos los que también expulsaban, esposados, sufriendo malos tratos por parte de las fuerzas de seguridad iraní, pero no sé por qué nosotros no, quizá porque vivíamos en medio de los iraníes e íbamos a la universidad. Éramos jóvenes y para la República de Irán no éramos ningún peligro, éramos gente que quería estudiar persa y la literatura persa, y creo que por eso nos trataban más o menos bien.

¿De ahí son tus lecturas de poetas persas que después te han acompañado toda la vida, como Rumi?

Sí, ahí descubro a estos poetas y literatura que me sigue acompañando. Realmente, Irán es una joya, porque allí la poesía sigue viva, en el sentido de que incluso alguien que no sabe leer sabe poesía clásica. Es como si un madrileño analfabeto supiera poesía de Góngora de memoria. Y cuando lo ves ahí, recitando, no te lo puedes creer. Eso era realmente fascinante, la presencia de los poetas incluso en los periódicos, en la vida cotidiana… La novela en Irán era algo relativamente nuevo, cuando para nosotros es realmente el centro de nuestras letras o de la literatura desde hace siglos ya. Allí la poesía sigue siendo el centro del canon, y también el cuento, el cuento breve, que se remonta a los siglos XV o XVI. Eso era fascinante, ver un país con una tradición en que la poesía tiene tantísimo peso.




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Fuente:
https://www.jotdown.es/2019/03/mathias-enard-el-gran-peligro-para-un-escritor-es-encerrarse-en-su-mundo-y-no-ver-mas-alla-de-lo-que-esta-haciendo/

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